lunes, junio 02, 2008

Nota sobre los pokemones en Telemundo

Los pokemones: un producto nacional

Para quienes recorren las calles de Santiago, se bajan en la estación Pedro de Valdivia del metro o caminan por el Parque Forestal, ya no es raro ver a estos adolescentes con llamativos peinados, bailando o escuchando reggeatón, y con un chupete en la boca. Claro que el ser humano es un animal de costumbre y el perreo ya no escandaliza. Pero para países como Estados Unidos o incluso Centroamérica, les llama la atención una tendencia adolescente tan particular. Los pokemones al parecer no sólo son un producto de la denominada cultura del consumo y lo efímero, sino que también son un producto nacional y, como pueden ver en la nota de Al Rojo Vivo de Telemundo, aún sorprenden.

Uno de los aspectos a los que creo no nos hemos acostumbrado como sociedad es a esa afectividad pokemona-adolescente a flor de piel, la que comunican al mundo constantemente, ya sea en las calles o en el espacio virtual a través de plataformas famosísimas entre ellos como Fotolog.
El psicólogo y director general de Consultora Divergente, Miguel Arias, explicó en la nota de Telemundo por qué esta generación de adolescentes se relaciona de manera tan abierta, independiente del género, ya que estaríamos ante “una relación afectiva muy potente, incluso entre los varones. Probablemente en otra generación, que un hombre diga a otro determinadas cosas es casi inaceptable. Hoy día en esta generación -los emos, los pokemones- están relacionándose de manera distinta”.

¿Una generación más riesgosa?

La nota emitida por el canal latinoamericano en Estados Unidos nos hizo recordar cómo se comportan y se relacionan nuestros adolescentes pseudo japoneses. A pesar de estar acostumbrados ya a verlos en las calles con su estética de dibujos animados orientales, hay un tema que quizás no se ha explorado de manera compleja. El que esta promiscuidad temprana que no sólo puede observarse en las plazas, sino que también en el mundo del flog a través de fotos explícitamente sexuales, vaya acompañado de una conciencia de seguridad a nivel personal.

Lo primero que pensamos es que los fanáticos del ponceo, el sobajeo, el perreo, no se cuidan de las ETS ni del embarazo y que, obviamente, menos piensan pedir consejos adultos a sus padres, hermanos o docentes. Pero quizás ese comportamiento exploratorio a nivel afectivo, el “probarlo todo” pase por algún criterio de cuidado. Por ahora pueden ver la nota de la cadena internacional Telemundo y comentamos.

Por Daniela Sirvent
Periodista Consultora Divergente

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