Divergente IDEAS

Con ella coincide el psicólogo y director de Divergente, Miguel Arias: "El fotolog es una forma de pertenecer, por eso no es raro que calculando una relación entre número de administradores (creadores de fotologs) y población, la I Región sea la que tiene el índice más alto (0,29), superando incluso a la Metropolitana (0,23). Ellos quieren sentirse parte".

Más que una foto

Los adolescentes entre 12 y 18 años son los que más utilizan este sistema de comunicación, bordeando el 70% del total de usuarios, y para ellos, subir estas fotografías a la red va más allá de compartir un recuerdo con los amigos.

"Los jóvenes se mueven como marcas propias. Cada uno de ellos se transforma en un pequeño editor, en un pequeño sujeto que articula vínculos, que administra y publica información", dice Miguel Arias. "Tener un fotolog -dice- es una manera de asumir una identidad, de reconocerse".

Sin embargo, estos fotologs (o flogs) también tienen otros objetivos: "Se trata de un espacio de cooperación y conversación. Además de subir fotos, hay posteos (mensajes de los amigos y de cualquiera que los visite), links a otros fotologs recomendados; incluso, los mismos creadores postean, es decir, agregan alguna frase bajo su fotografía", explica la socióloga Paulina Ruiz.

De hecho, según el estudio realizado por Divergente, los pensamientos y sentimientos ocupan el 45% de los textos adjuntados por los propios usuarios, los saludos a amigos los siguen con un 43%, luego vienen las referencias a la foto (35%), y la propaganda de fiestas o publicidad (15%).

"Otro dato importante es que el 80% de los usuarios le habla al mundo, es decir, no tiene un grupo objetivo, le habla a todos los que pasen por su flog, no sólo a sus cercanos", agrega Paulina Ruiz.

Analizando la gráfica, el informe reveló que el autorretrato es el estilo fotográfico preferido por los jóvenes.

El 60,9% de los que tienen fotolog aparecen solos en las imágenes, y por lo general, se trata de una fotografía del rostro captada a no más de 50 centímetros, que es la distancia que permite el brazo extendido.

Es tanta la cercanía que se logra en las imágenes, que, como dice Arias, "seguramente nunca vamos a estar físicamente tan cerca de estas personas como se muestran por internet".

Además, concluye el informe, los lugares favoritos de los adolescentes chilenos para fotografiarse son los espacios públicos (13,5%), seguidos de cerca por los dormitorios (13,2%), la sala de estar (7,9%), los lugares deportivos (3,8%) y el baño (1,2%).